El siglo XIX


       Desde el punto de vista de la horticultura y la jardinería en España destaca en este siglo Claudio Boutelou, nacido en Aranjuez en el año 1774 y fallecido en 1842, que ocupó la plaza de jardinero mayor del Jardín Botánico de Madrid desde 1799 a 1814, y además fue nombrado subdirector y segundo profesor de botánica del mismo establecimiento en 1804 a la muerte de Cavanilles, también en 1807 se encarga de la enseñanza de Agricultura y Botánica Agrícola, fue nombrado interinamente director y primer catedrático de Botánica al verificarse la invasión francesa; al volver el gobierno nacional fue separado de sus cargos. Este autor que evitó la destrucción del Jardín Botánico de Madrid a manos de los franceses que querían destinarlo a fortificaciones, en 1816 pasa a ocupar una cátedra de agricultura establecida en el consulado de Alicante, en 1832 obtiene la dirección del jardín de aclimatación proyectado en Sevilla, con la cátedra de agricultura aneja. Se deben a este autor importantes obras, casi todas dedicadas a la agricultura y horticultura, él y su hermano Esteban publican en 1804, Tratado de las flores en que se explica el método de cultivar las que sirven de adorno de los jardines, con numerosos datos sobre plantas bulbosas, y herbáceas en general, además, proporcionaron al Semanario de Agricultura, muchos artículos propios de cada uno o redactados de común acuerdo, entre estos se encuentran las Observaciones sobre las plantas y yerbas de que se componen los prados naturales y artificiales de Inglaterrra, con sus nombres botánicos según Linneo, los castellanos, ingleses y franceses, así como en 1801 dieron a conocer la obra Arboles exóticos que prevalecen en Aranjuez y los que son indígenas del sítio, así como el Tratado de la Huerta y el Tratado de las flores, escritos por ambos hermanos y reproducidos por Claudio Boutelou en los años 1813 y 1827, éste autor escribe en 1802 De una especie nueva de Jacinto, y en 1817 publica la obra Parte teórica de unos elementos de Agricultura y un Tratado del ingerto, impresos en Madrid. Otro autor, Luís Née, frances naturalizado en España, uno de los botánicos que acompañaron al navegante Malaspina en su viaje alrededor del mundo, publicó una Descripcion de varias especie de Encina y los artículos Del Abacá, que es la Musa textilis, y De la Pistia Stratioites y del Buyo, que se insertaron en los Anales de Ciencias Naturales de Madrid en los años 1801, 1802 y 1803.
     Otra personalidad de esta época, es Mariano Lagasca, natural de Encinacorva, nacido el año 1776, en el antiguo Reino de Aragón, llega en 1824 a Londres, en 1827 publica en The Gardener´s Magazine un Sketches of the botanical, horticultural and rural circunstances of Spain, y durante su permanencia en Londres empleó mucho tiempo en examinar los jardines y los museos, tanto públicos como privados. Balbino Cortés y Morales, publica en Madrid, en 1857, un Manual para el cultivo del Formio tenax ó lino de Nueva Zelanda y en 1885, la Novísima guía del hortelano, jardinero y arbolista, obra extensa donde se incluyen gran cantidad de especies cultivadas como ornamentales en el siglo XIX, con indicaciones sobra las variedades de cultivo.
     Ramón La Sagra, escritor nacido en La Coruña en el año 1798, que fue a la isla de Cuba en 1823, encargado de la dirección del Jardín Botánico de la Habana, publicó entre otras obras un Informe sobre el estado actual del Jardin y de la cátedra de botánica de la Habana en 1825, la primera de las Memorias para servir de introducción á la Horticultura cubana, que publicó en Nueva York en el año 1831. Destaca José Pizcueta, médico valenciano, que profesaba la botánica desde el año 1829, director del Jardín Botánico de Valencia, que escribió y se ocupó de examinar con detención las muchas plantas exóticas e indígenas reunidas en este jardín, como lo prueba la Enumeratio plantarum Horti Botanici Valentini anno 1836, impreso en Valencia, y notable tanto por el número como por la importancia de las especies.
     En esta época destacaríamos, por su especial importancia la obra de Antonio José Cavanilles, publicada en 1795, Observaciones sobre la Historia Natural, Geografia, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia, publicada en Madrid, y en 1803, Descripción de las plantas que D.Antonio Josef Cavanilles demostró en las lecciones públicas del año 1802, donde el autor aporta numerosos datos de plantas cultivadas, y en 1803, Elenchus plantarum Horti Regii Matritensis, editado en Madrid, Miguel Colmeiro, en 1844, Catalogus Plantarum in Horto Botanico Barcinonensi, editado en Barcelona, y Pascual Asensio, en 1853, Catálogo de ls semillas recogidas en el Jardin botánico de Madrid, editado en Madrid.
     Pablo Boutelou y Soldevilla, nacido en Alicante en el año 1817, fallecido en 1846, siendo catedrático de Botánica en la Universidad de Sevilla, sustituyo a su padre en el jardín de aclimatación de Sevilla en los años 1840-1842, era médico y dirigió una publicación periódica titulada Museo Industrial Sevillano, que empezó a salir en el año 1844, insertando algunos artículos sobre agricultura y jardinería, pero siendo de mayor importancia la Memoria acerca de la aclimatacion de plantas exóticas, que publicó en Sevilla en 1842. Eduardo Carreño, natural de Avilés, se dedicó al estudio de la botánica bajo la dirección de Mariano Lagasca, realizó herborizaciones en los alrededores de Madrid que dieron como resultado un copioso herbario, en que reunía, además de las plantas espontáneas, la mayor parte de las cultivadas en el jardín Botánico, como nos indica Colmeiro (1858). José Alonso y Quintanilla, médico y catedrático de Botanica en Madrid desde 1846, profesor en el jardín Botánico desde 1832, antes catedrático de Agricultura en Cáceres y Toledo, contribuyó a la formación de un Catálogo de plantas del Jardín Botánico de Madrid, publicado en 1849, al igual que en el Catálogo adicional de 1850. Curiosa pero importante es la obra de Colmeiro (1874) Plantas crasas de España y Portugal. Separata de Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, donde cita varias especies del género Opuntia naturalizadas en aquella época en España.
    Vicente Cutanda, abogado y catedrático de Organigrafía y Fisología vegetal en el Jardin Botánico de Madrid desde 1846 a 1857, autor de la obra Manual de Botanica descriptiva, publicado en Madrid en 1848, obra cuya finalidad era facilitar a los principiantes el conocimiento de muchas plantas cultivadas en los jardines de la Corte, y de algunas de las espontáneas en las inmediaciones, esta obra cuenta con numerosas referencias de especies cultivadas, una obra fundamental en el estudio de la flora ornamental española del siglo XIX, donde encontramos las bases de la flora ornamental española actual, también contribuyó a la formación del Catálogo de las plantas del Jardín Botánico de Madrid en el año 1849, y del Catálogo adicional correspondiente a 1850, siendo sus colaboradores Alonso y Quintanilla, como profesor de Botánica y Pascual Asensio, como jardinero mayor. Este último autorizó por si solo el Catálogo de las Semillas recogidas en el Jardin botánico de Madrid en el año 1853, y unido a Cutanda, suscribió los Delechus seminum, impresos en 1855 y 1856. Mariano del Amo, catedrático de Farmacia en Granada, y antes agregado a la misma facultad en Madrid, donde nació, se dio a conocer como botánico en 1848, cuando su nombre aparece unido al de Cutanda en el Manual de Botánica Descriptiva publicado por ambos en Madrid. Antonio Cipriano Costa, médico y catedrático de botánica de la Universidad de Barcelona desde 1847, se dedicó al estudio de las plantas espontáneas y cultivadas en Cataluña, como lo demuestran algunos artículos suyos, insertos en la Revista de Agricultura publicada en Barcelona uno de ellos, en 1856 relativo al arbolado de Barcelona, y otro divulgado en 1857 se titula Noticias botánico-agrícolas sobre los pinos de Cataluña. Celedonio Rojo, en 1840 publica en Madrid una obra sobre el cultivo del olivo, donde nos cuenta las distintas variedades que se cultivaban en la época, entre otras cosas. Antonio Sandalio Arias, catedrático de Agricultura y jardinero Mayor del Real Jardín Botánico, en 1856, en la obra Novísima Agricultura Practica ó sea manual del labrador, hortelano, jardinero y arbolista, editada en Madrid, nos da numerosas indicaciones sobre plantas cultivadas.
     Por otro lado encontramos numerosas referencias a plantas cultivadas como ornamentales en obras estrictamente botánicas, centradas en el estudio de la flora autóctona española o de carácter medicinal, como por ejemplo la de Teixidor, en 1871, Flora Farmacéutica de España y Portugal, editada en Madrid, donde aparecen numerosas especies empleadas desde el punto de vista medicinal, y también algunas indicaciones sobre plantas cultivadas, Amo, en 1871-73, en su obra Flora fanerogámica de la Península Ibérica ó descripción de las plantas cotyledóneas que crecen en España y Portugal, editada en Granada, Barceló, en 1867, Apuntes para una Flora de Las Islas Baleares, obra centrada en el estudio de la flora balear, editada en Madrid, Miguel Colmeiro (1846) Catalogo Metódico de plantas observadas en Cataluña, editado en Madrid, la obra de Costa (1877), médico y catedrático de botánica en la Universidad de Barcelona desde 1847, Introducción á la Flora de Cataluña, editado en Barcelona, Lagasca (1811), autor nacido en la villa de Encinacorva, en el antiguo reino de Aragón, que publica la obra Amenidades naturales de las Españas, donde muestra una lista de especies cultivadas en España, editado en Orihuela. 
     Los resultados de la Comisión de la Flora Forestal Española, obra de Laguna, en 1870, autor también de la obra Comisión de la Flora Forestal Española. Resumen de los trabajos verificados por la misma los años de 1867 y 1868 editado en Madrid, la obra de Gabriel de la Puerta, publicada en 1876, Tratado Práctico de Determinación de las Plantas, en Madrid, la de Sadaba & Angulo, en 1885, Fitografía y florula farmacéutica hispánica, publicada en Madrid, y en el siglo XX, por ejemplo, Merino, en 1905, en la Flora Descriptiva e Ilustrada de Galicia publicada en Santiago de Compostela. En cuanto a publicaciones son destacables por ejemplo diversos artículos relativos a las variedades cultivadas del género Rosa publicadas en la revista del Ministerio de Fomento "Gaceta Agrícola", publicada a principios del siglo XX.
     En las obras de viajeros y botánicos extranjeros, también encontramos referencias a plantas cultivadas como ornamentales, por ejemplo, Boissier, en los años 1839-1845, en su obra Voyage Botanique dans Le midi de l´Espagne. Pendent l´année 1837, editada en París, Laborde, en el Itinerario descriptivo de las provincias de España, obra escrita en 1808, en la edición corregida de 1826, por el valenciano Fray Jaime Villanueva y Astengo, hijo de la ciudad de Xátiva (1765-Londres, 1824), y Willkomm & Lange, en 1870, en el Prodromus Florae Hispanicae, editado en Stuttgart.
    Importantes van a ser igualmente, los documentos de los jardines botánicos españoles, principalmente los catálogos de semillas, publicados durante el siglo XIX y principios del XX, así como los catálogos de plantas y semillas de los viveros españoles y extranjeros que comercializaban sus productos en nuestro país.

Bibliografía

BOUTELOU, C. & E. BOUTELOU (1804) Tratado de las flores en que se explica el método de cultivar las que sirven de adorno de los jardines. Madrid. CAVANILLES, A. J. (1803) Descripción de las plantas que D.Antonio Josef Cavanilles demostró en las lecciones públicas del año .802. Madrid.COLMEIRO, M. (1846) Catalogo Metódico de plantas observadas en Cataluña. Imprenta de Don Alejandro Gomez Fuentenebro. Madrid.
COLMEIRO, M. (1858) La Botánica y los Botánicos de la Península Hispano-Lusitana. Estudios bibliográficos y biográficos. Madrid.
COLMEIRO, M. (1874) Plantas crasas de España y Portugal. Separata de Anales de la Sociedad Española de Historia Natural. Tomo III. págs. 267-299. Madrid.
CORTÉS, B. (1885) Novísima guía del hortelano, jardinero y arbolista. Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-Mudos y de Ciegos. Madrid.
COSTA, A. C. (1877) Introducción á la Flora de Cataluña. Imprenta Barcelonesa. Barcelona. CUTANDA, V. & M. DEL AMO (1848) Manual de Botánica Descriptiva ó resumen de las plantas que se encuentran en las cercanías de Madrid, y de las que se cultivan en los jardines de la Corte. Imprenta de D. Santiago Saunaque. Madrid. LAGASCA, M. (1811) Amenidades naturales de las Españas. Tomo I. Imprenta de la muy Ilustre junta. Orihuela.
LAGUNA (1870) Comisión de la Flora Forestal Española. Resumen de los trabajos verificados por la misma los años de 1867 y 1868. Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-Mudos y de Ciegos. Madrid.
LAGUNA, M. (1883-1890) Flora Forestal Española. Madrid.
SADABA, R. & F. ANGULO (1885) Fitografía y florula Farmaceutica Hispanica. Tomo II. Florula Farmaceutica Hispanica. Primera Parte. Establecimiento tipográfico de Gregorio Juste. Madrid.
TEIXIDOR, J. (1871) Flora Farmacéutica de España y Portugal. Vols. I-II. Imprenta de José M. Ducazcal. Madrid.
WILLKOMM, M. & J. LANGE (1870) Prodromus Florae Hispanicae. Stuttgartiae. Suntibus E. Schweizerbart.
 

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